El proyecto ConfiPla es una iniciativa que surgió durante el confinamiento del año 2020 por la Covid19. Desde el área de Salud y Actividad Física, coordinada por Cesc Massó, teníamos muy claro que las personas usuarias de nuestros servicios debían seguir haciendo ejercicio físico durante el confinamiento, quizás aún más que nunca, y por eso se desarrolló este proyecto .
Cuando hablamos de ConfiPla hacemos referencia a tres niveles de actuación:
• Actividad física presencial con las personas usuarias de las residencias
En las residencias de Sarrià y Fontajau se siguió haciendo actividad física casi como siempre ya que, pese a no poder salir de los centros, los espacios de los que disponemos son óptimos y eso nos permitió seguir con el programa habitual.
• Cápsulas de actividad física
Grabamos unas cápsulas de actividad física en formato de vídeo, con las que, mediante la música, desglossàvem cada canción y implementàvem ejercicio planificado y programado, adaptado a las personas usuarias. Cada canción estaba pensada para trabajar aspectos del ejercicio que llevábamos trabajando previamente al confinamiento, de esta manera los usuarios podían trabajar algo que ya tenían integrado.
Este trabajo quedó registrado y utilizable a través de la plataforma audiovisual youtube, de esta manera creamos un recurso que los usuarios y familias tenían a su disposición siempre que lo quisieran y / o necesitaran.
• Actividad física on line con los usuarios de los hogares
Con la actividad física en los hogares es donde nos tuvimos que reinventar para que los usuarios estaban confinados y era imposible hacerlo de manera presencial. Gracias a las nuevas tecnologías y un poco de imaginación y esfuerzo organizamos toda la actividad física de los usuarios de las hogar telemáticamente.
Hicimos una programación semanal donde, grupos de cinco personas de diferentes hogares y con niveles lo más homogéneos posible, se conectaban y realizaban la sesión online. Cada hogar tenía colgada la programación y cada uno se conectaba a la hora que se le asignaba. El contenido de cada sesión se componía de calentamiento de inicio, una parte principal y una vuelta a la calma. La intensidad y el volumen se adaptaba según el nivel de los usuarios.
Estos tres niveles de intervención nos han permitido seguir manteniendo durante el confinamiento un buen nivel de actividad física donde, más que nunca, el ejercicio ha sido un recurso básico para reforzar nuestro sistema inmunológico.
Como puntos fuertes del proyecto destacaríamos que cualquier lugar es bueno para hacer ejercicio, si está programado, planificado y adaptado, y que las personas usuarias han aprendido a utilizar las nuevas tecnologías.
Como puntos débiles, como todas las tecnologías, a menudo dan problemas en cuanto a conexión. Generalmente funciona bien, pero puede haber algún día que el retraso en la comunicación sea un contratiempo. Además, el problema de no estar in situ a menudo impide poder rectificar como nos gustaría.
Como conclusión final cabe decir que no hay excusas que valgan a la hora de hacer actividad física, ni siquiera un confinamiento como el que hemos vivido porque, como todo el mundo sabe: "Mens sana in corpore sano".
El proyecto ConfiPla está subvencionado por DIPSALUT.