Autora: Anna Maria Corchuelo, madre de Carlos Castro, usuario del Centro de Atención Especializada de Sarrià.
Mi nombre es Anna y soy la madre de Carlos, un chico de 21 años que comenzó en CAE de Sarrià de Dalt en septiembre de 2016.
Quiero compartir con vosotros como ha sido para mí la salida de la escuela y el comienzo a un centro de adultos.
Cuando recibes una llamada y te dicen que tu hijo debe irse del centro donde ha sido desde los 3 añitos y que ahora ya no hay plaza, te quedas que no te lo puedes creer. Pasé unos días muy afectada emocionalmente, enfadada, con rabia, dolor y, sobre todo, muy decepcionada con algunas personas e instituciones que toman decisiones sobre nuestras vidas desde sus despachos.
Empezar el nuevo centro debía suponer reajustar mi horario laboral y reorganizar mi vida familiar, pero lo que me preocupaba más era cómo afectaría mi hijo.
Pero bueno, después de la tormenta, me tranquilicé un poco y me puse en contacto con la Fundación Ramon Noguera para ver con que me encontraría. Tenía muchas preguntas y quería respuestas. Conocí la psicóloga, la directora, visité el centro etc. y al final firmé un contrato con deberes y obligaciones.
Quería estar tranquila pero todavía estaba nerviosa ... uf! Fue duro.
Ha pasado el tiempo y en Carlos está bien, contento como siempre, alegre y risueño, que es lo que lo caracteriza. Y si él está así es por qué es conocido como Núria a quien le dejo cada mañana y lo trata con profesionalidad, paciencia y afecto, y con pequeños detalles me demuestra que le gusta su trabajo y eso una madre lo agradece de todo corazón.
Artículo publicado en la Revista Anual de la Fundación Ramon Noguera 2017. Leer más artículos: REVISTA FRN 2017
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