La visión de una familia usuaria del CDIAP

18-07-2017

Esther Ayuso, madre de un niño usuario del CDIAP

RECUERDO, SIENTO, EXPRESSO ...

Tener un hijo con discapacidad me recuerda al "Mecanoscrito del segundo origen": coges aire, te sumerges y al salir, sin saber el porqué, todo lo que conocías ha cambiado.

Siendo realistas, toca iniciar un camino un poco dificultoso donde te acompaña un nuevo vocabulario, gestiones y ayudas de las que nunca habías oído hablar, terapias, médicos, maneras de relacionarse y, por qué engañarnos, un trabajo emocional para parte de los padres y de tu entorno.

Personalmente, creo que cuando nace un bebé con diversidades múltiples, nace un súper héroe y se implanta una semilla que crece en unos padres capaces de mover montañas, unos abuelos con una fuerza interior infinita y unos amigos que se vuelven hermanos; una semilla que necesita de su tiempo para crecer y lucir.

Durante este desconcertante camino inicial, pude sentir que alguien me daba la mano y me decía al oído: TU PUEDES, ADELANTE, NO ESTÁS SOLA! Había llegado al CDIAP ! Allí me sentí apoyada, todos los profesionales estaban dispuestos a ayudarme en lo que fuera necesario y anticipar ayudas que me servirían para más adelante.

Una de las siguientes visitas fue con la trabajadora social. Ella nos abrió las puertas del cielo! Te sientes tan perdido en estos momentos y es todo tan difícil de gestionar, que se agradece que un alma maravillosa t'imprimeixi todos los documentos necesarios, te pida las citas e incluso te ponga una nota pegada para recordar cada paso que has hacer.

Por otra parte, también recibimos apoyo psicológico para encajar diversas reacciones del entorno y reubicar cada sentimiento en su sitio. Asimismo, recibíamos visitas por parte de otros profesionales internos y externos, todos gestionados desde el centro, con el fin de darnos unas pautas para iniciar pequeños ejercicios.

Sin embargo, el mayor peso recae sobre la relación que se genera con el profesional que lleva tu hijo, en nuestro caso, del servicio de fisioterapia. Ella nos ha demostrado la máxima profesionalidad y respeto para con nuestro hijo, nos ha guiado en infinidades de temas, inquietudes, miedos. Nos ha asesorado sobre todo lo que ella conocía, ha dedicado tiempo para abrir nuevos horizontes y darnos opciones; se ha seguido formando para ir creciendo profesionalmente y nos ha enseñado a "ser", crear fortalezas y entender la vida desde un punto de vista más saludable.

Y es que ella ha pasado a ser, sin darnos cuenta, una persona muy importante en nuestras vidas ya que, desde el nacimiento de nuestro hijo, es la persona que más hemos visto y más dispuesta ha sido ayudarnos debido a la atención semanal continuada, ella ha velado por la salud y el bienestar de nuestro pequeño y, al mismo tiempo, por nuestro. Y en momentos muy complicados, ella es una de las únicas voces que te podía dar consuelo, porque sientes como respeta tu hijo, como lo ama, todos los esfuerzos que ha hecho para ayudarle a desarrollarse dentro de sus posibilidades y la inversión de tiempo que ha dedicado a enseñarnos a "volar".

Y, próximamente, nos toca terminar esta etapa, que con mucha tristeza dejar atrás, y añoraremos entrar en los centros de los CDIAP, y ser recibidos con una gran sonrisa, con una bienvenida digna de personas que se quieren y se respetan, de profesionales que no se cierran en un despacho debido a que hablamos de PERSONAS con un corazón enorme, que dedican su jornada laboral en algo más que una profesión ... ETERNAMENTE ... GRACIAS FAMILIA!

Artículo publicado en la Revista Anual de la Fundación Ramon Noguera 2017. Leer más artículos: REVISTA FRN 2017

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