La residencia de Fontajau es uno de los núcleos de acogida que la Fundació tiene en la ciudad de Girona. En él se proporcionan diferentes intensidades de apoyo según las necesidades individuales de cada persona para ofrecerles un entorno lo más parecido posible a un hogar familiar, promoviendo siempre la vida independiente. Susagna nos cuenta su experiencia trabajando en ello.
1. ¿Cómo fueron tus inicios en la Fundación?
Empecé a trabajar en la Fundación en 2008, en ese momento en la residencia de Sarrià, y debo decir que la adaptación fue realmente fácil.
Pese a la falta de experiencia con este grupo, enseguida sentí que encajaba bien con ellos. Un año después de inaugurarse Fontajau me trasladé y ¡todavía estoy!
2. ¿Qué hace en su día a día una trabajadora de atención directa?
Mi día a día consiste en ayudar a las personas con tareas diarias en su casa; como poner la mesa, desayunar, plegar y asear los pijamas o en el momento de duchas, entre otros. Fomentando siempre su autonomía al máximo.
Completadas estas tareas nos dedicamos a las actividades pactadas en los itinerarios: salidas en furgoneta, deportes en el pabellón, visitas a la biblioteca, hípica, terapia con perros, etc. Cuando hay celebraciones modificamos los itinerarios para celebrar los eventos, como Sant Jordi. Después volvemos al centro para almorzar, recoger y limpiar, como en cualquier hogar. Algunos hacen el café, otros siesta o miran el telediario. Por la tarde seguimos con diversas actividades.
3. ¿Cómo se adaptan las actividades y programas dentro de la residencia para satisfacer las necesidades de los residentes?
Hace un tiempo se implantó la Planificación Centro en la Persona (PCP). Esto significa que en base a sus planes de vida adaptamos las actividades a sus gustos y deseos. Por ejemplo, tenemos un usuario que viene del TOM y que tiene una amiga especial allí; se llaman semanalmente y quedan por tomar algo. Un grupo acude cada lunes a la biblioteca y algunos cogen revistas para hacer recetas en el centro.
4. ¿Qué es lo que más te gusta de tu trabajo?
El contacto directo con los usuarios, estar siempre disponible para ellos. Me gusta ser accesible, creando un vínculo auténtico y natural que no se encuentra en cualquier trabajo.
5. ¿Nos puedes contar alguna anécdota divertida en Fontajau?
Recuerdo un fin de semana de Carnaval durante el desfile del barrio. Nos disfrazamos todos iguales para salir a dar una vuelta. Entonces una chica de la organización nos preguntó cuántos éramos (13) y nos dijo que éramos una comparsa, ¡así que nos hicieron subir a la tarima y nos dieron un diploma! Desde y hasta la pandemia, participamos cada año.
6. ¿Y algún hecho de lo que estés especialmente orgullosa?
La vida que hemos creado en el barrio. Al llegar vimos muchas opciones para realizar actividades con los usuarios: el centro cívico, San Juan, las fiestas de Navidad, etc. Junto al equipo que había entonces empezamos a participar en muchas actividades y ahora, cuando no podemos asistir a algún acto, los vecinos nos traen el chocolate. Estas cosas hacen que nos sintamos integrados y valorados.
